El Parque El Ejido, uno de los principales puntos de concentraciones en Quito, reunió a mujeres, estudiantes universitarios, docentes, trabajadores de diferentes gremios y ciudadanía en general, para iniciar una manifestación pacífica hasta el centro histórico, donde se ubica la sede de la presidencia de la república.
Los tambores de mujeres de la Batukada Batumbá encabezaron la marcha en la que también se pidió al gobierno liderado por el presidente Guillermo Lasso equidad, respeto a los derechos de las féminas y trabajos libres de violencia.
«Contra el machismo, contra el capital, huelga general», coreaban las ecuatorianas mientras avanzaban por las calles del centro.
Las manifestantes estuvieron acompañados de banderas, globos y carteles con frases como: «Por la dignidad y Defensa de los Derechos de los Trabajadores», «Unidad Nacional» y «No más Impuestos ni Leyes ni Decretos Antiobreros».
A la acción se unió la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), liderados por su presidente, Leonidas Iza, quien ratificó el carácter pacífico de la marcha.
«El levantamiento no es porque queremos, sino porque estamos en contra del desgobierno, en contra de sus políticas neoliberales profundizadas y a ilegitimidad que ene stos días hemos visto (…) Este 1 de mayo es para reivindicar los derechos», aseguró Iza en declaraciones a medios de comunicación.
Asimismo, recalcó que el ejecutivo nacional debe reconocer la falta de condiciones de gobernabilidad.
«Miramos con tanta preocupación que la institucionalidad del estado está bajo la decisión de la delincuencia y el narcotráfico y no puede ser posible que en este momento se siga sosteniendo bajo esa misma tesis encontrando enemigos en el pueblo.
Cuando, prosigue, el pueblo no es enemigo. Ahí están la inseguridad, la pobreza y las privatizaciones», advirtió.
La unidad del poder popular por el bien del país fue el mayor llamado en la movilización en Quito, donde también hubo reclamos de frenar recortes presupuestarios a la salud y la educación.
Otras reivindicaciones apuntaron a rescatar el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, respetar el pago jubilar y cumplir con normas que establecen beneficios a los trabajadores y las mujeres, entre otros sectores.
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