Será este miércoles en el Santiago Bernabéu y si bien los pronósticos favorecen al Manchester City de Pep Guardiola con el 4-3 de la ida, las remontadas del Real Madrid no fueron cualquier cosa en la Champions League.
Henchidos de orgullo por la conquista el sábado de su 35 título de LaLiga de España, el club que dirige el italiano Carlo Ancelotti va a dar la piel para tratar de clasificarse para la final en busca de su 14 Orejona, algo que en el papel se ve difícil.
Además de la ventaja que lleva el cuadro inglés, está en un excelente estado de forma y lidera la Liga Premier. Por si fuera poco, Guardiola como técnico de distintos equipos ha ganado en seis de sus nueve partidos, con sólo una derrota.
De todos modos, el preparador catalán lleva por dentro la espina de la humillación del 4-0 en la Allianz Arena cuando los merengues pasaron por arriba del poderoso Bayern de Munich. El otro hándicap es la presión que puede meter en sus jugadores el Bernabéu ahora.
Mucho más después que en ese mismo estadio se vivieran dos noches increíbles, cuando el Madrid logró dos proezas contra el París Saint Germain en octavos y acto seguido ante el Chelsea en cuartos de final de la Liga de Campeones.
De todo esto saben muy bien los del City, como también el conjunto que lidera con luz propia el máximo goleador de la Champions, el francés Karim Benzema, en el sentido de los errores cometidos por la “casa blanca” en los cotejos precedentes.
Precisamente dos tantos encajados en menos de 15 minutos en Manchester, fue una experiencia amarga de la que asombrosamente el Real Madrid salió menos trasquilado gracias en gran medida a las prestaciones de Benzema.
Tres aspectos relacionados con jugadores harán distinto el choque. El Madrid recupera al brasileño Casemino, un volante de contención fundamental para la defensa. Sin embargo, todo indica que perderá al austriaco David Alaba como zaguero central, lesionado.
Enfrente, los ingleses contarán con el portugués Joao Cancelo, sancionado en el partido de ida, un defensa de mucha calidad.
Más allá, la ecuación de los dos conjuntos se antoja bastante similar. El estado dulce de Benzema en su capacidad goleadora (14 en la Liga de Campeones), la velocidad del brasileño Vinicius, y la manija del croata Luka Modric, más el hermetismo del portero belga Thibaut Courtois, son los ases merengues.
Enfrente, la inteligencia y capacidad del mediocampista belga Kevin de Bruyne, apoyado por el portugués Bernardo Silva y el inglés Phil Foden, ambos veloces y hábiles; con el brasileño Gabriel Jesús y el argelino Riyhad Marez en la delantera.
El lleno a tope garantizado, de unos 62 mil aficionados en la capacidad máxima actual del Bernabéu, darán colorido al encuentro, aunque los nervios, errores impensables o alguna genialidad, pudieran decidir el resultado.
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