El tema cobró actualidad a comienzos de esta semana cuando el vocero del gobierno de transición Lionel Bilgo citó una declaración del Ministerio de Justicia en la que aseguró que hacían todos los esfuerzos para conseguir traerlo desde Francia.
Compaoré está vinculado con el asesinato en 1998 del periodista Norbert Zongo, quien lo relacionó con la muerte de muerte de David Ouedraogo, su chófer.
Será extraditado si las garantías propuestas por el gobierno son iguales a las que ofrecía el anterior régimen en el poder, expuso el también coordinador del movimiento político Servir, no ser servido.
Para el abogado la solución judicial del caso serviría para pasar página de los asesinatos políticos, especialmente de los periodistas muertos en acto de servicio.
El caso de Zongo es una cuestión que compromete al pueblo de Burkina Faso en una larga lucha. Por lo tanto, hoy es una cuestión no negociable, explicó tras asegurar que deberán esperar por la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Aunque expresó que el juicio podría realizarse en ausencia, alabó la actitud del tribunal de esperar por el desenlace en espera de la extradición.
«Creo, sin confundir la velocidad con la prisa, que la justicia debe acelerar un poco su ritmo», apuntó Hervé Kam.
El teniente coronel Paul-Henry Damiba dirige desde marzo pasado el gobierno de transición en Burkina Faso tras protagonizar el 24 de enero un golpe de Estado contra el presidente Roch Marc Kaboré.
La toma del poder se dio en la secuencia de un amotinamiento de militares que reclamaban más recursos en la lucha contra el terrorismo, que afecta las zonas norte y centro del país desde 2015 con saldo de cientos de muertos y más de 1,8 millones de desplazados.
mem/ro