«Es lamentable que un mes y medio después de la conversación con el patriarca Kirill, el papa Francisco eligiera el tono equivocado para transmitir el contenido de esta conversación”, expresa el comunicado publicado en el sitio web del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú.
Al respecto, la entidad religiosa lamentó que dichas equivocaciones surjan en momentos como los actuales donde se necesita de un diálogo constructivo entre los católicos romanos y los ortodoxos rusos, en aras de contribuir al fin del conflicto ruso-ucraniano.
El comunicado del Patriarcado responde a una entrevista concedida la víspera por el sumo pontífice de la Iglesia Católica al periódico italiano Corriere della Sera, donde relató que el patriarca Kirill le leyó «papel en mano todas las justificaciones para comenzar la guerra en Ucrania” durante los primeros 20 minutos de su conversación.
Al respecto, el papa Francisco manifestó al medio de prensa que los líderes espirituales «no son funcionarios» y que «no pueden usar el lenguaje de la guerra».
Según el texto publicado este miércoles por el Patriarcado, Kirill sostuvo el 16 de marzo negociaciones telemáticas con los cabezas de la Iglesia Católica Romana, el papa Francisco, y de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Durante el encuentro debatieron los problemas de la ayuda a los refugiados y el derecho de cada persona a profesar su fe y usar su lengua natal sin sufrir persecuciones, así como el papel de los cristianos en la búsqueda de la paz para Ucrania.
En el diálogo Kirill refirió que el conflicto empezó en 2014 tras el golpe de Estado en Kiev, resultado de lo cual hubo cambio de poder en Ucrania, y dedicó una especial atención a los sucesos en Odesa y sus consecuencias, reseña el comunicado.
«La horrorosa lección de Odesa despertó en los habitantes del sureste de Ucrania la decisión de defender sus derechos», manifestó entonces el patriarca de Moscú y de toda Rusia.
Asimismo, propuso estudiar cómo las Iglesias podrían influir sobre el desarrollo de la situación, contribuir al fortalecimiento de la paz y ayudar a evitar la escalada.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
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