De acuerdo con el portal digital que se dedica al periodismo investigativo, la misiva fue remitida por representantes de las etnias Kipsigis y Talai, cuyas tierras en la región de Kericho fueron expropiadas por fuerzas del imperio británico a partir de 1902 para convertirlas en plantaciones de té.
Las víctimas fueron deportadas a zonas áridas de Kenia y se les impidió regresar a sus hogares, y todavía vivían en condiciones paupérrimas en ´reservas nativas´ en 1952, año en que murió el rey Jorge, y la entonces princesa Isabel, quien se encontraba en el país africano en el momento del deceso de su padre, ascendió al trono.
Muchos hombres y mujeres fueron violados, detenidos de forma arbitraria y en algunos casos asesinados mientras intentaban resistirse a los desalojos, asegura Joel Kimutai Bosek, uno de los defensores de las víctimas, en la carta enviada al Duque de Cambridge.
El texto visto por Declassified UK acusa a la familia real y a los sucesivos gobiernos británicos de ignorar el sufrimiento de esas personas.
Lo exhortamos a usted en este momento histórico a ponerse del lado de la justicia y a reconocer las graves violaciones que hemos soportado durante décadas, agrega la carta.
Los indígenas kenianos alegan que decidieron recurrir al príncipe Guillermo porque a pesar de lo sufrido bajo el dominio británico, el gobierno del Reino Unido se niega a reconocer esos hechos, y se rehúsa a recibirlos y a disculparse.
Miembros de la monarquía británica enfrentaron exigencias similares de disculpas y reparaciones por la esclavitud durante recientes visitas a sus antiguas colonias en el Caribe.
car/nm