Tras una reunión de dos días sobre política monetaria, el banco central estadounidense fijó por decisión unánime su tipo de interés objetivo de los fondos federales entre el 0,75 y el 1,0 por ciento, como parte de las acciones para controlar la inflación en el país.
El aumento en la tasa de interés de referencia a un día es el mayor en 22 años y la entidad no descartó nuevas subidas de los costos de endeudamiento de magnitud similar.
De hecho, los pronósticos sobre el incremento de la Fed se mueven en un rango de entre 2,75 por ciento y 3,0 por ciento para fin de 2022, que implicaría aumentos de entre un cuarto y medio punto en las próximas seis reuniones.
Según el comunicado publicado por el Comité Federal de Mercado Abierto, a pesar de la caída del producto interior bruto en los tres primeros meses del año, «el gasto de los hogares y la inversión fija de las empresas siguen siendo fuertes”.
Sin embargo, la inflación es cada vez más elevada, con un récord del 8,5 por ciento en marzo, muy por encima del objetivo marcado por la Fed del 2,0 por ciento.
El fenómeno está impulsado por las consecuencias del conflicto en Ucrania, las sanciones desde Occidente y los nuevos confinamientos por coronavirus en China, que amenazan con mantener la presión alta.
El balance de la Fed, que se disparó hasta cerca de nueve billones de dólares por las ayudas durante la pandemia del COVID-19, podría reducirse en 47 mil 500 millones de dólares al mes en junio, julio y agosto, y 95 mil millones de dólares en septiembre, agregó el informe.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ofrecerá una conferencia de prensa esta tarde para explicar el comunicado de política monetaria y las perspectivas económicas.
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