Según el sitio web de esa entidad ocho mil 148 de ellos arribaron aquí en las últimas 24 horas.
Antes del 24 de febrero, día en que Moscú comenzó el despliegue militar en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk a petición de sus gobiernos, el Kremlin alertó que el objetivo de esa operación es la desmilitarización de Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que el operativo no está dirigido contra instalaciones civiles sino que busca inutilizar la infraestructura bélica, pero varios países se apresuraron a evacuar a su personal diplomático y se sumaron a las sanciones impuestas desde Occidente.
Kiev mantuvo un asedio militar por más de ocho años contra los territorios del Donbass, de mayoría ruso parlante, ante la mirada indolente de la comunidad internacional que hoy condena a Moscú, según el Kremlin.
Desde la Unión Europea y Occidente se activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible, de acuerdo con el ente comunitario.
En tanto países como Polonia, República Checa y esta nación manifestaron su disposición a acoger a refugiados, pero también aceptaron el despliegue de efectivos militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con el propósito de cercar a Rusia.
La ONU estima en 5,7 millones los ucranianos huyeron de su país a los Estados vecinos desde finales de febrero.
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