Ya casi es una certeza que el Tribunal Supremo va a anular el derecho constitucional al aborto, pero la batalla política no hizo más que empezar, según un comentario que publicó este viernes el diario The Hill.
The Memo, una columna informativa del analista Niall Stanage se enfoca en la situación creada por la filtración de un borrador del máximo órgano judicial en el que los magistrados conservadores, mayoría, anulan lo dispuesto anteriormente.
Roe vs. Wade es el nombre de la demanda que en 1973 llevó al histórico fallo de la Corte Suprema federal, la cual estableció el derecho constitucional al aborto en Estados Unidos. La decisión mayoritaria halló un derecho absoluto a la interrupción durante el primer trimestre de embarazo.
Los demócratas, horrorizados por la probable pérdida de ese derecho consagrado hace casi medio siglo, están trazando un camino a seguir, aunque éste parece incierto, estimó Stanage.
El jueves, el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer (demócrata de Nueva York), anunció que la semana próxima se votará un proyecto de ley que codificaría el caso Roe contra Wade, una medida que ese partido reclama hace tiempo.
Sin embargo, es seguro que el proyecto de ley fracasará porque necesita 60 votos para avanzar, lo que lo convierte en una votación de exhibición para acentuar una posición ya conocida.
Los republicanos, por su parte, intentan en general mantener el foco de atención en la filtración inicial del borrador de la decisión escrita por el juez Samuel Alito, una filtración que el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, calificó de «absolutamente atroz» el jueves.
Los líderes del Congreso del Partido Republicano, como el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (Kentucky), y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (California), ya habían pedido que se investigara la filtración, indicó The Memo.
El enfoque republicano en la filtración delata cierto nivel de nerviosismo político por inclinarse demasiado hacia la celebración del proyecto de decisión del Tribunal Supremo, opinó Stanage.
Las encuestas de opinión muestran sistemáticamente una sólida mayoría de estadounidenses a favor de mantener Roe. Por ejemplo, un sondeo de Politico/Morning Consult del jueves indicó que los votantes se oponen a la anulación de Roe por un margen de casi dos a uno.
Los demócratas están esperanzado en que los votantes liberales -en particular las mujeres- estén más motivados que antes para acudir a las urnas en noviembre si el Tribunal Supremo sigue adelante y anula Roe en los próximos dos meses.
Según Abigail Collazo, una operadora demócrata, se trata de algo más que el derecho al aborto, se trata literalmente del despojo de las libertades civiles en este país.
Pero no hay ninguna posibilidad real de que eso ocurra. El partido no tiene los 60 votos que necesita para superar un filibusterismo en el Senado ni los 50 votos para abolir el filibusterismo.
Mientras el escenario puede calentarse, más cuando en todo el país hay previstas marchas para el 14 de mayo por parte de grupos que apoyan el derecho al aborto.
Esta planteada una polarización cuando se prevé que alrededor de la mitad de los estados del país prohíban el aborto si Roe cae y otros estados más liberales están redoblando sus esfuerzos para protegerlo, entre ellos California y Nueva York.
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