Ese fue el centro de las declaraciones a la prensa de los dos mandatarios tras una ceremonia en el Palacio de la Revolución, en esta capital, en la cual Díaz-Canel impuso a López Obrador la Orden José Martí, la más alta condecoración que otorga el gobierno de la isla.
López Obrador recordó que “desde tiempos remotos Cuba y México por la cercanía geográfica, la migración, la lengua, la música, el deporte, la cultura, la idiosincrasia (…) han mantenido relaciones de auténtica hermanad”.
Expresó que fueron muchos los cubanos que lucharon por México frente a las invasiones de Francia y de Estados Unidos, y que México fue el primer país en reconocer la independencia de Cuba y a Carlos Manuel de Céspedes como presidente de la República en Armas.
También enfatizó en el legado del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y ratificó el rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por Estados Unidos.
El presidente mexicano expresó que es el momento de una nueva convivencia entre los pueblos de América porque el modelo de explotación impuesto hace dos siglos ya está agotado.
En ese sentido, apuntó más adelante que lograr la integración y el respeto a la soberanía de los pueblos sería a su juicio lo más eficaz y responsable en estos momentos.
López Obrador añadió que insistirá con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que la isla caribeña no sea excluida de la venidera Cumbre de las Américas.
Subrayó al respecto que no se debe excluir de esa reunión a ningún país y que sean las autoridades de cada nación las que decidan libremente sobre su asistencia a ese encuentro.
El mandatario agradeció al “generoso, solidario y ejemplar pueblo de Cuba” y subrayó que “nunca he apostado ni apostaré al fracaso de la Revolución cubana”.
Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel calificó de memorable esta visita y aseguró que el pueblo de Cuba recibió a López Obrador con respeto y admiración que se ha ganado con su posición hacia la nación caribeña.
Asimismo consideró que con esta visita se abre un camino para continuar avanzando en las relaciones bilaterales que son “históricas y entrañables”.
Señaló que la declaración suscrita por ambos está en esa dirección, además de reconocer el compromiso de las dos naciones de trabajar por mantener a la región como zona de paz, tal como se planteó en la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana.
Igualmente exaltó el papel de México en los esfuerzos por avanzar en la integración latinoamericana y de respeto a la soberanía de todos los Estados y en especial por la posición del presidente López Obrador de rechazo al bloqueo estadounidense.
Las ideas expuestas por ambos presidentes fueron la expresión del contenido de la declaración rubricada minutos antes y que expresa la voluntad de fortalecer los vínculos bilaterales y la consolidación de una nueva etapa de trabajo.
El texto plantea el interés de ambos gobiernos de potenciar el desarrollo en las áreas educativa, cultural, comercial y económica, y a la vez que ratifica la cooperación para enfrentar los desafíos que impone la pandemia de la Covid-19 y otros desastres o epidemias.
También el ministro de Salud cubano, José Ángel Portal, firmó junto a Jorge Carlos Alcocer, secretario de este sector en México, un acuerdo para favorecer la capacitación de recursos humanos y la asistencia en diversas áreas de salud.
López obrador llegó a La Habana la víspera y con su estancia en Cuba, el presidente de México cerró una gira que lo llevó por cinco países de la región.
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