Las expectativas de precios al alza suponen una señal preocupante en medio de la estrategia iniciada por el banco central para controlar una inflación que alcanzó máximos históricos del 8,5 por ciento en marzo, opinan expertos.
Según los datos presentados este lunes, la media de las expectativas de inflación a tres años subió en abril a un 3,9 por ciento, la más alta desde diciembre.
Mientras, la estimación a un año disminuyó a un 6,35 por ciento desde el récord de marzo debido a una fuerte caída en las proyecciones del precio de la gasolina.
Específicamente entre los menores de 40 años, las expectativas inflacionarias a tres años subieron a un máximo del 4 por ciento.
Por otra parte, quienes viven en el Sur y las personas con ingresos inferiores a 50 mil dólares también registraron ascensos.
Las nuevas cifras llegan en un contexto marcado por la mayor alza de tasas desde el 2000 la semana pasada, cuando la FED subió medio punto porcentual los tipos de interés.
El presidente de ese organismo, Jerome Powell, declaró previamente que las expectativas de inflación a largo plazo siguen bien ancladas, pues prevén que las cadenas de suministro vuelvan a estar en orden y la demanda se enfríe, pero el levantamiento realizado en Nueva York muestra una realidad dudosa.
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