Al intervenir en la ceremonia por el Día de la Victoria en esta capital, el mandatario recordó que en diciembre del año pasado Moscú propuso a Estados Unidos y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) concluir un acuerdo sobre garantías de seguridad.
“Rusia llamó a Occidente a un diálogo honesto, a buscar soluciones de compromiso razonables, a tener en cuenta los intereses de cada uno. Todo en vano. Los países de la OTAN no querían escucharnos, lo que significa que, de hecho, tenían planes completamente diferentes. Y lo vimos”, señaló.
Según Putin, ya en esos momentos estaban en marcha los preparativos para otra operación punitiva en el Donbass, lo que calificó como una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea.
El jefe de Estado advirtió que, al mismo tiempo, las autoridades de Kiev anunciaron la posible adquisición de armas nucleares, mientras el bloque euroatlántico había activado sus fuerzas en los territorios fronterizos del país.
“Así, una amenaza absolutamente inaceptable para nosotros, fue creada de forma sistemática y directa en nuestras fronteras”, comentó, y reiteró la inevitabilidad de un choque con los neonazis ucranianos, apoyados por Estados Unidos y otros socios.
Manifestó que Rusia vio como esos países, junto a las autoridades de Kiev, fueron fortaleciendo la infraestructura militar de Ucrania, cientos de asesores extranjeros llegaron a ese país, recibió entregas regulares de las armas más modernas de los países de la OTAN. “El peligro crecía cada día”, comentó.
El presidente indicó que Rusia dio un rechazo preventivo ante la posible agresión. “Fue una decisión forzada, oportuna y la única correcta. La decisión de un país soberano, fuerte, independiente”, aseguró.
En el acto, Putin pidió un minuto de silencio en homenaje a todos los caídos en la contienda bélica contra la Alemania nazi y a los rusos que perdieron la vida en la operación militar desplegada por Moscú en Ucrania.
Un total de 11 mil soldados, alumnos de escuelas militares y cadetes, 131 unidades de armas modernas y equipos militares, formaron parte de la ceremonia en la emblemática Plaza Roja.
Luego del desfile, el mandatario depositó flores en la Tumba del Soldado Desconocido y ante los monolitos en los Jardines de Alejandro, a un lateral del Kremlin, que recuerdan la valentía de los hombres de las ciudades héroes de la Unión Soviética.
Este lunes hubo marchas militares en 28 ciudades rusas con la participación de 65 mil efectivos, dos mil 400 tipos de armamentos y más de 460 aviones para conmemorar el triunfo soviético sobre la Alemania nazi.
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