Biden admitió que la inflación es demasiado alta y está presionando a las familias trabajadoras, aunque sostuvo que “Estados Unidos se encuentra en una posición económica más fuerte que cualquier otra economía avanzada del mundo”.
La Casa Blanca dijo que “la principal prioridad económica del Presidente es hacer frente a la inflación y reducir los costes para las familias estadounidenses”, abrumadas –según analistas- por los elevados precios de la gasolina y los alimentos, entre otros productos y servicios.
Precisamente, el gobierno federal liberará más de un millón de barriles de crudo durante los próximos seis meses para contrarrestar el alza de los precios de la gasolina, agravados tras el inicio del conflicto Rusia-Ucrania.
Biden busca corregir un “error” en la Ley del Cuidado de Salud Asequible (conocida como Obamacare), porque muchas familias no puedan utilizar créditos tributarios para adquirir uno de los planes de salud ofrecidos en el portal del gobierno.
A su vez, pretende reducir los costos de los alimentos incrementando la producción agrícola doméstica por medio de inversiones para pequeñas y medianas empresas.
Pero más allá de las iniciativas para disminuir los costos de algunas de las necesidades diarias de los estadounidenses, el ocupante del Despacho Oval intentará achicar el déficit federal aplicando impuestos más grandes a multimillonarios y grandes empresas.
El precio promedio del galón de gasolina en Estados Unidos alcanzó su punto más alto desde el año 2000, confirmó este martes a NBC News la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por sus siglas en inglés).
En los últimos 15 días el promedio nacional del galón de gasolina regular se cotizó a 4.37 dólares, o sea, subió 25 centavos, un incremento directamente proporcional a la subida del precio del barril de petróleo, que llegó a los 110 dólares.
El promedio actual del precio del galón de gasolina es de 1.41 dólares más de lo que costaba 12 meses atrás.
Una reciente encuesta de la cadena CNN mostró que no funcionaron los repetidos esfuerzos del presidente para resaltar los aspectos de la recuperación económica después de la pandemia de Covid-19 y señaló que el principal culpable es la inflación, «una fuerza corrosiva que la Casa Blanca inicialmente subestimó y no logró domar».
Para no pocos analistas, la inquietud de los votantes por la cuestión económica y una reacción negativa contra la Corte Suprema que posiblemente revoque el derecho al aborto en el país –ganado en 1973- podrían pasar factura a los demócratas en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
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