A propósito de la declaración como Patrona de Cuba, hace 106 años por el Papa Benedicto XV, funcionarios de la embajada, así como sus trabajadores colombianos, asistieron a una eucaristía en esa iglesia que se encuentra a 180 metros de profundidad en las minas de sal de Zipaquirá, departamento de Cundinamarca.
Entrar a ese templo religioso subterráneo, probablemente el más peculiar del mundo, localizado a unos 45 kilómetros al norte de Bogotá, es un regalo para los ojos, para el conocimiento y para el espíritu.
Para un cubano, entrar y encontrar a la Virgen de la Caridad del Cobre, Cachita o la Virgen Mambisa como se le suele llamar, resulta, además, algo pasional.
El embajador de Cuba en Colombia, tras culminar la ceremonia, agradeció al alcalde de Zipaquirá, Wilson García Fajardo, a Yenny Páez, gerente general del Parque de la Sal de ese municipio, y a todas las personas que hicieron posible la visita este día para festejar la fecha.
Según la tradición y pruebas documentales recogidas por el capellán Fonseca en un artículo publicado en 1952 en la revista Semanario Católico San Antonio, determinan que la imagen de la Virgen de la Caridad fue hallada por tres hombres que fueron a recoger sal a la península de Entresacos, en las salinas de la bahía de Nipe.
Luego del hallazgo, la Virgen fue trasladada al Hato de Barajagua en donde se encontraban las autoridades de aquel lugar, más tarde, su segunda estación sería el poblado Real de Minas, en las minas de Santiago del Prado muy cerca de la villa de Santiago de Cuba, donde se abre una de las mayores vetas de cobre a cielo abierto de América.
Al borde de la mina, los trabajadores levantaron el primer santuario, en el mismo sitio donde hoy se encuentra la iglesia que conserva la imagen de la Virgen encontrada.
El diplomático destacó que durante las Guerras de Independencia de Cuba iniciadas en 1868, las tropas del Ejército Libertador manifestaban gran devoción por la Virgen de la Caridad y después de ese proceso libertario, los veteranos pidieron al Papa que declarase a la Virgen patrona de Cuba.
En un documento firmado el día 10 de mayo de 1916, Benedicto XV accedió a la petición y, además, y fijó su festividad el 8 de septiembre.
El embajador resaltó, asimismo, los lazos culturales y de hermandad que unen a los pueblos de Cuba y Colombia.
La Virgen de la Caridad del Cobre fue entronizada en la Catedral de Sal en 2018, por una iniciativa de la consejera de Cultura de la embajada cubana, Isabel Sanz, y de otros miembros de la legación diplomática, nacida durante un mes dedicado al país antillano en ese espacio religioso-cultural.
Fue esculpida por el artista César Saibis Ortiz, y donada al templo por la Asociación de Cubanos Residentes en Colombia y la embajada de la Isla.
Hoy forma parte de una de las galerías que conducen al espectacular templo, donde se encuentran otras imágenes sagradas presididas todas por la protectora de los mineros la Virgen de Rosario de Guasá.
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