Las dos mociones rechazadas pretendían repasar el artículo 47 de la Ley Bancaria suiza, que convierte en delito la divulgación de información sobre los clientes de un banco, aunque sea por interés público.
“Desde el punto de vista de la mayoría de la comisión, no hay necesidad de una acción legislativa porque los bancos suizos han evolucionado considerablemente en los últimos años en lo que respecta a la prevención del blanqueo de dinero y otros delitos similares», señaló la Comisión de Asuntos Económicos y Fiscales en un comunicado.
Sobre el tema, la institución añadió que un cambio de ley correría el riesgo de «fomentar los prejuicios públicos contra los particulares», de acuerdo con el portal Swissinfo.
La Ley vigente castiga desde una multa hasta tres años de prisión a quien revele a «personas adicionales» información obtenida originalmente de un empleado o entidad que trabaje para un banco.
En marzo, la Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Opinión y de Expresión, Irene Khan, manifestó a Berna su preocupación por la ausencia de exenciones explícitas para los periodistas o denunciantes.
“Eso obstaculiza la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación, además de impedir la libre circulación de información”, anotó en una carta publicada por la agencia Reuters.
Además, Khan afirmó durante una entrevista al periódico Tages-Anzeiger, que la ley bancaria viola los derechos humanos y es un ejemplo de «criminalización del periodismo».
En Suiza se critica la libertad de prensa luego de que en 2015, una ley introducida obligara al grupo de medios de comunicación Tamedia a cesar su investigación titulada Los secretos suizos sobre los clientes del banco Credit Suisse.
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