Este balance recoge evidencias aportadas por mujeres y hombres de todas las regiones del país y de todas las edades y niveles de escolaridad, según develó este martes la radio de Lisboa.
Durante una conferencia en la capital lusa organizada por la comisión y que contó con la participación de expertos internacionales, se conoció que además de los testimonios registrados, hay centenares de personas que dicen que fueron víctimas de abusos sexuales de la iglesia.
Dicho grupo de trabajo informó en abril pasado que había validado 290 casos de abusos en el seno de la Iglesia, de los cuales 16 todavía no habían prescrito y fueron remitidos a la justicia.
El coordinador del equipo, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, informó que enviarán nuevos casos a la Fiscalía.
Hace un mes, Strecht había explicado que algunos de los obispos todavía no habían respondido a las solicitudes enviadas para poder entrevistarse con ellos, pero precisó que fue una cuestión de calendario y que nadie se ha negado a contestar.
La Iglesia lusa ha accedido también a abrir los archivos históricos de las diócesis en busca de posibles casos de abusos a menores que hayan quedado registrados, que serán estudiados por un equipo de archivistas e historiadores.
Esta es la primera investigación a gran escala de casos de abusos en la Iglesia que se realiza en Portugal, donde más del 80 por ciento de la población se declara católica.
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