Citado la víspera por el diario The New York Times el documento mostró que las tasas de homicidios con estos artefactos se incrementaron un 39,5 por ciento entre los negros de 2019 a 2020, hasta 11 mil 904. Las víctimas fueron abrumadoramente hombres jóvenes, precisó la publicación.
El aumento de las tasas a nivel nacional fue impulsado en gran medida por los homicidios relacionados con instrumentos de fuego, que aumentaron un 35 por ciento de 2019 a 2020.
Más de 45 mil personas murieron en incidentes relacionados con esos artilugios mientras la pandemia se extendía, la cifra más alta registrada, según los datos federales.
La tasa de homicidios con armas de fuego fue la más alta registrada desde 1994, precisó el Times.
El nuevo informe es la confirmación oficial de algo que muchos estadounidenses ya habían intuido: En medio del estrés y la agitación, los ciudadanos recurrieron a los instrumentos de fuego en un número nunca visto, valoró la publicación neoyorquina.
Llama la atención que los homicidios con estos aparatos fueron en general más elevados, y registraron los mayores aumentos, en las comunidades pobres, y se cobraron un tributo desproporcionado en los hombres negros más jóvenes en particular.
Las muertes de mujeres afronorteamericanas, aunque en menor número, también aumentaron significativamente, puntualizó.
Las causas de estas subidas no tienen explicación según plantean expertos, aunque algunos lo achacan a la incidencia de la pandemia de la Covid-19.
Christopher Herrmann, profesor adjunto del departamento de derecho y ciencias policiales del John Jay College of Criminal Justice de Nueva York, dijo que no le sorprendía el análisis del C.D.C., pero que le preocupaba lo que podía augurar en el próximo verano, cuando suele haber más homicidios con armas de fuego.
Junio, julio y agosto son siempre los meses en los que se producen más tiroteos y en la mayoría de las grandes ciudades ocurre un aumento del 30 por ciento de esos hechos y homicidios en verano, agregó el académico.
El alza también se corresponde con la aceleración de las ventas de artefactos de fuego a medida que la pandemia se extendía y los cierres se convertían en la norma, señaló el análisis del C.D.C.
Los estadounidenses se lanzaron a la compra de armas en 2020, algo que continuó en 2021, cuando en una sola semana el F.B.I. informó de un récord de 1,2 millones de comprobaciones de antecedentes para adquirir esos artilugios.
En la actualidad circulan unos 15 millones de artefactos más de las que habría sin la pandemia, según Garen J. Wintemute, investigador de la violencia con armas de fuego de la Universidad de California, Davis.
Datos de 2021 muestran que en Estados Unidos hay más armas (en torno a 393 millones) que ciudadanos (alrededor de 332 millones).
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