La iniciativa de la fuerza azul destinada a proteger el aborto a nivel federal, un derecho que el Supremo podría eliminar en las próximas semanas, fue rechazada la víspera por una votación final de 49 a 51.
En el sufragio desempeñó un papel crucial el senador demócrata moderado Joe Manchin (Virginia Occidental), quien se unió a los republicanos para pronunciarse en contra de la medida y evitar que avance.
De haber pasado, el proyecto no solo convertiría en ley la histórica sentencia “Roe vs Wade” de 1973, sino que también anularía las ordenanzas en estados con legislaturas conservadoras como Texas, que avaló una de las propuestas más restrictivas hasta el momento.
Los demócratas de la Cámara Alta tenían la esperanza con su proyecto (denominado Ley de Protección de la Salud de la Mujer) resguardar el derecho de las féminas a decidir sobre sus cuerpos, ante el temor de que el máximo tribunal de la nación eche por tierra la sentencia del caso de Roe vs Wade de hace 49 años.
La reciente filtración por el diario Politico de un borrador con el posible fallo del Supremo encendió las alarmas.
Según publicó el periódico La Opinión, la revelación puso a los demócratas a la defensiva, ya que la derogación de “Roe contra Wade” permitiría a los rojos (republicanos) limitar e incluso desparecer ese derecho aprobando leyes restrictivas a nivel estadual. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, dijo previo al sufragio que se trataba de una de las votaciones más importantes en décadas.
Sin embargo, naufragó la iniciativa y el presidente Joe Biden lo lamentó en un comunicado.
«Los republicanos en el Congreso, ninguno de los cuales votaron a favor de este proyecto, han elegido interponerse en el camino de los derechos de los estadounidenses a adoptar las decisiones más personales sobre sus propios cuerpos, familias y vidas», subrayó el mandatario.
Agregó que seguirán defendiendo los derechos constitucionales de las mujeres «a hacer sus propias elecciones reproductivas personales, como se reconoció en Roe contra Wade hace casi medio siglo, y mi Administración continuará explorando medidas y herramientas a nuestra disposición para hacer eso».
Desde la filtración de la eventual sentencia del Tribunal Supremo se extendió la polémica en todo el país.
La noche del lunes un grupo de personas protestaron frente a la residencia del juez Samuel Alito, en Alexandria, Virginia, mientras el fin de semana las manifestaciones ocurrieron próximo a las viviendas del magistrado Brett Kavanaugh y del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.
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