El panel, que prepara una serie de audiencias públicas el próximo mes, convocó al líder de la minoría de la Cámara Baja, Kevin McCarthy (California), así como a los congresistas Scott Perry (Pennsylvania), Jim Jordan (Ohio), Andy Biggs (Arizona) y Mo Brooks (Alabama).
Es la primera vez que el comité envía avisos a sus propios colegas de esa instancia del legislativo para abordar lo sucedido aquel día, cuando seguidores del entonces presidente Donald Trump intentaron interrumpir la certificación del triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.
El representante Bennie Thompson (demócrata de Mississippi), presidente del panel del 6 de enero, dijo que decidieron llamar a los legisladores porque rechazaron la oportunidad de hablar voluntariamente.
Según Thompson, el comité se enteró de que varios colegas tenían información relevante sobre el atentado y los acontecimientos que lo precedieron.
Antes de celebrar las audiencias previstas para junio, “hemos querido ofrecer a los miembros la oportunidad de discutir estos asuntos de forma voluntaria”, subrayó en un comunicado.
Lamentablemente –enfatizó-, las personas citadas se han negado “y nos vemos obligados a tomar esta medida para ayudar a garantizar que la comisión descubra los hechos relacionados” con el peor ataque a la democracia de Estados Unidos en su historia, a juicio de analistas.
«Instamos a nuestros colegas a cumplir con la ley, a cumplir con su deber patriótico y a cooperar con nuestra investigación como lo han hecho cientos de otros testigos», añadió Thompson.
La medida es una escalada significativa en la pesquisa, pues las comisiones de investigación rara vez utilizan sus poderes contra otros legisladores, señaló el diario The Hill.
Hasta el momento, el panel se centró en convocar a exfuncionarios de la administración Trump (2017-2021) y varias figuras vinculadas al ataque al Capitolio, en esta capital.
El grupo de legisladores incluye a aquellos que participaron en reuniones en la Casa Blanca y tuvieron conversaciones con Trump en el período previo a la insurrección, que dejó cinco muertos y unos 140 policías heridos.
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