Según el documento, preparado por el Consejo de Estado (Gabinete), el plan incluye subsidios a la seguridad social, préstamos con garantía, descuentos en intereses y reducciones de impuestos para quienes contraten a más graduados.
Orienta a las plataformas de internet y a las compañías estatales a crear más puestos de trabajo, contempla créditos para emprendedores noveles y la posibilidad de aplazar el pago de los préstamos estudiantiles a los egresados con dificultades económicas.
Entre otros aspectos, el Gobierno se comprometió a ampliar las ofertas laborales en sectores como el manufacturero, servicios y de las industrias emergentes.
Las medidas siguen al anuncio el mes pasado del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social sobre un refuerzo de las normas del mercado laboral para asegurarle el primer empleo a los jóvenes.
Estadísticas oficiales indicaron que la desocupación urbana en China aumentó 5,5 por ciento de enero a marzo pasados, un 0,1 por ciento más alto que en igual período de 2021.
Durante esa etapa hubo menos vacantes disponibles en un mercado cada vez más competitivo, con mucha demanda y poca oferta por el rebrote de Covid-19, la restructuración de muchas empresas, la reducción de cursos extradocentes y los despidos en los gigantes de internet.
A esas presiones se suman el retorno de miles de jóvenes titulados en el exterior y la salida este año de un récord de 10,76 millones de nuevos profesionales de las universidades chinas.
Según la prensa local, la situación se tradujo en una caída interanual de 12 por ciento en el salario promedio de los recién graduados, quienes optan por puestos de poca remuneración con tal de conseguir su primer empleo estable.
Mientras, algunos observadores avizoran un futuro incierto en ese terreno y coinciden en que por largo tiempo dependerá de cómo evolucione el panorama sanitario en China y la recuperación económica mundial, golpeada por la pandemia de Covid-19 y el conflicto Rusia-Ucrania.
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