Entre julio de 2018 y junio de 2021 fueron revisados 860 posibles casos de extremismo en agencias federales, como la policía, los servicios de inteligencia, y los cuerpos de seguridad regionales.
En el 38 por ciento de los casos se confirmó que el empleado en cuestión podía tener vínculos con la extrema derecha o con los «Reichsbürger», un grupo que rechaza reconocer al estado alemán en base a teorías conspirativas, según el informe.
La presencia de extremistas en las fuerzas nacionales de seguridad viene en aumento desde de 2020, añade el texto.
Más de la mitad de los investigados serán objeto de medidas disciplinarias.
Nancy Faeser, ministra del Interior, dijo que “no permitiremos que nuestro estado de derecho democrático se vea saboteado desde el interior por extremistas”.
Aseguró que la gran mayoría de los miembros de las fuerzas de seguridad son leales a la constitución y anunció que este año presentará un proyecto de ley para reforzar el arsenal de medidas disciplinarias en aras de “apartar con más rapidez del servicio público a los enemigos de la constitución».
Por su parte, el presidente del departamento de inteligencia del interior, Thomas Haldenwang, declaró que los incidentes con extremistas en los cuerpos y fuerzas de seguridad son «una bofetada en la cara» para los miembros fieles al orden democrático y constitucional.
Haldenwang calificó de «preocupante» que el 60 por ciento de los individuos identificados con esa tendencia tengan contactos personales o a través de grupos de chat con círculos de extrema derecha.
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