El clásico regional vive una época de continua expansión, pues en apenas un par de años dobló el número de participantes: a los tradicionales México, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela se unieron Panamá y Colombia, con el segundo retorno de Cuba entre 2014 y 2019.
La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) pretende maximizar el caché del certamen, llegar a un público más diverso y –por qué no- afianzarse entre los millones de seguidores que posee la disciplina a nivel global.
En esa línea, el dominicano Juan Francisco Puello, comisionado de la CBPC, y los dirigentes de las ligas intentan dar pasos seguros y uno de ellos es –sin dudas- la inclusión de Cuba, país fundador del organismo y primer campeón del evento.
La mayor de las Antillas tendrá nuevamente estatus de invitada; empero, el plus deportivo que aportarán sus selecciones resulta –desde ya- innegable, sin obviar el hecho de volver a contar con una de las grandes potencias de la justa.
Vale recordar que la isla exhibió su poder entre 1949 y 1960, al obtener el trofeo en siete de las 12 versiones –las últimas cinco de manera consecutiva-, hasta que dejó de asistir tras abolirse el profesionalismo en el territorio.
Así, el programa previsto en las ciudades de La Guaira y Caracas, Venezuela, en febrero de 2023, tendrá ribetes históricos con la mayor cifra de concursantes y un sistema eliminatorio diferente.
Pese a todo, la noticia está rodeada de polémica, pues no pocos especialistas y seguidores entienden que Nicaragua debería ocupar el puesto de Curazao, por lo que la bola pica y se extiende…
Después de la edición 65, la decimotercera en suelo venezolano, la Serie del Caribe llegará a Miami, Estados Unidos, en 2024, mientras México (Mexicali y Hermosillo) en par de ocasiones y Puerto Rico (San Juan) albergarán los torneos entre 2025 y 2027.
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