El presidente belaruso, Alexandr Lukashenko, muy cercano al Kremlin, llegó a mencionarlo en una entrevista reciente para la agencia de noticias estadounidense Associated Press, declaraciones a las que Moscú respondió diciendo que todo marcha según lo planeado.
Según las autoridades rusas, la prioridad de esta segunda etapa de su despliegue bélico en Ucrania es liberar a toda la región de Donbass del control de las fuerzas de Kiev, y para lograrlo avanzan en todas las direcciones de ese territorio, no sin chocar con la resistencia de las tropas del presidente Vladimir Zelensky.
El mandatario ucraniano, por su parte, sigue dando discursos en línea ante los más diversos escenarios aliados, en los que argumenta que necesita más armas y recursos, que aumenten las sanciones contra Rusia —sobre todo cortándole las vías de ingreso provenientes de las exportaciones— y sea afectada cualquier actividad de sus connacionales en el extranjero.
Su reclamo encontró oídos nuevamente en el Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), que este sábado se comprometió a seguir ayudando a Kiev con armamento y a reforzar el aislamiento político y económico de Rusia.
“Reafirmamos nuestra determinación de aumentar aún más la presión económica y política sobre Rusia y continuar actuando de manera colectiva”, señaló la declaración conjunta aprobada por los ministros de Asuntos Exteriores del G7, al término de una reunión de tres días en Wengels (Schleswig-Holstein), en el norte de Alemania.
Sin embargo, en la retórica de Zelensky no aparece la intención de fomentar el diálogo entre las partes para lograr la paz y un posible acuerdo de entendimiento, algo que hasta el último 29 de marzo, durante las conversaciones en la ciudad turca de Estambul, pareció viable.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, reconoció esta semana que el proceso de negociación entre Moscú y Kiev es “muy lento e infructuoso”, a pesar de los llamados internacionales para promover las pláticas.
Mientras, las Fuerzas Armadas rusas siguen atacando la infraestructura militar ucraniana, los combates continúan en Donbass y cada día son más los muertos y heridos entre las partes.
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