Dos años después de la enfermedad por Covid-19, la mitad de los pacientes que ingresaron en el hospital siguen teniendo al menos un síntoma, según un artículo publicado en la revista The Lancet Respiratory Medicine. Aunque la salud física y mental mejoró en general con el paso del tiempo, el análisis sugiere que ellos no tienen un estado óptimo con respecto a la población general.
En especial, aquellos que padecen de la Covid-19 prolongada, suelen seguir teniendo al menos un síntoma.
Puntualizan los investigadores, que las evaluaciones consistieron en una prueba de marcha de seis minutos, análisis de laboratorio y cuestionarios sobre los malestares, la salud mental, la calidad de vida, si habían vuelto al trabajo y el uso de la atención sanitaria tras el alta hospitalaria.
Los resultados se determinaron también utilizando un grupo de control de personas de la población general sin antecedentes de enfermedad por Covid-19 emparejados por sexo, edad, y comorbilidades.
La fatiga o la debilidad muscular fueron los síntomas que se declararon con más frecuencia, además de dolor en las articulaciones, palpitaciones, mareos y dolores de cabeza; ansiedad o depresión y dificultad para dormir.
oda/joe