Las autoridades de salud de la gobernación de Deir Ezzor, a unos 450 kilómetros al nordeste de esta capital, declararon el estado de emergencia médica tras recibir a cientos de personas con dificultades respiratorias a consecuencia de inhalar partículas de polvo.
Se trata del peor fenómeno atmosférico de su tipo en afectar esta provincia desde hace décadas, según confirman los medios locales.
La tormenta provocó una paralización completa en las actividades diarias de los pobladores, además de ocasionar pérdidas materiales a consecuencia del intenso polvo y los fuertes vientos que llegaron a 88 kilómetros por hora.
En la vecina provincia nororiental de Hasakeh el vendaval derribó algunas torres de alta tensión, lo que causó una interrupción en el servicio de electricidad.
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