La decisión la tomaron tres jueces, quienes ordenaron su inmediata detención y traslado al penal de Latacunga, donde cumplía condenas por asociación ilícita en el Caso Odebrecht y cohecho en el proceso Sobornos, considerado por muchos como tramas montadas en el marco de una persecución política en contra del exvicemandatario.
Glas recibió el habeas corpus el pasado 9 de abril, concedido por un jurista de Manglaralto, tras evaluar argumentos presentados a su favor como problemas serios de salud.
“Una vez más regreso a prisión (…) el exceso de la infamia se ha impuesto. La podredumbre del sistema de justicia que no tiene parangón en la historia del Ecuador”, afirmó el exvicedignatario.
Al respecto, agregó que pese a retornar a prisión, volverá a salir y saludó a su familia y amigos.
«Han excedido con creces el grado de vileza en contra de una persona por el solo hecho de que tengo un ideal, querer que los ecuatorianos y ecuatorianas que la pasan mal, la pasen menos mal, que tengamos un buen vivir para todos los ecuatorianos”, enfatizó.
Tras las declaraciones públicas y recalcar que cumple con su lucha personal, Glas se entregó a efectivos policiales en su residencia en la ciudad costera de Guayaquil, desde donde fue trasladado a una base aérea para ser posteriormente llevado a la cárcel de Latacunga.
La revisión del recurso otorgado al exsecretario de estado durante el segundo mandato de Rafael Correa ocurrió el pasado 18 de mayo y contó con las comparecencias del procurador general, Iñigo Salvador, la fiscal general Diana Salazar y delegados del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores.
También se presentaron al menos una docena de amicus curiae de terceras personas en cuyo criterio el habeas corpus fue un mecanismo justo.
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