Los demócratas y los republicanos presentarán a las figuras con más opciones para tratar de controlar un Congreso que muestra la polarización existente en el país. En el Senado hay un empate 50-50 que solo se rompe a favor del oficialismo con el voto de la vicepresidenta, Kamala Harris.
Para los azules, el entorno es muy difícil en todo el territorio estadounidense, con índices de aprobación del mandatario Joe Biden mediocres, en el mejor de los casos.
La inflación alcanza sus niveles más altos en cuatro décadas e, históricamente, el partido que ocupa la Casa Blanca tiene dificultades en las primeras elecciones intermedias después de una presidencial.
En este ciclo se pone a prueba un factor que incidirá en el futuro cercano. El poder del expresidente Donald Trump (2017-2021) dentro de las filas de los rojos resulta dudoso, a juicio de expertos. Y aunque él se declara como el rey de los apoyos, políticos que recibieron “su bendición” ya salieron por la puerta estrecha.
Sin embargo, hay nostalgia por su administración entre determinados sectores que quieren un trumpismo sin el exmandatario.
Hace poco, en un grupo de opinión del diario The New York Times, 10 votantes republicanos de estados indecisos deseaban uno país anterior al ocho por ciento de inflación, a los altos precios del gas y a la guerra de Ucrania.
Querían un líder al que vieran fuerte, dominante, temido; un partido que, en palabras de uno de ellos, “volviera a poner a Estados Unidos en primer lugar”.
Cuando se les preguntó si consideraban que era extremadamente importante votar por alguien este año que abrazara su agenda, ocho de los 10 interrogados levantaron la mano; no así cuando se indagó si respaldarían a quien tuviera el mismo estilo y personalidad que el exgobernante.
Los republicanos que participaron en el debate procedían de Georgia, Ohio y Pensilvania, tres estados con grandes primarias para el Senado y la gobernación este mes, y el historial de Trump solo les pareció mejor en retrospectiva, en especial sin la distracción de sus tuits o maneras personales.
(Tomado de Orbe)