Con la publicación oficial del acuerdo 1600-2022, la institución fija la norma sanitaria para la prevención y control de la Covid-19 según las alertas del semáforo epidemiológico y recomienda mantener el «sistema de burbujas», ideal en función del rastreo, monitoreo, mitigación y contención de posibles contagios, destaca el documento.
Entre las medidas, el Mineduc continúa su apuesta al uso obligatorio de la mascarilla en municipios en rojo (alerta máxima), en tanto en naranja (alerta alta) y amarillo (alerta media), será solo en espacios cerrados.
Asimismo, incluye regulaciones clave como el necesario distanciamiento físico en las aulas (1,5 metros), tener adecuada ventilación en los ambientes interiores (de preferencia cruzada) y locales con agua y jabón para la constante higienización de las manos.
«Antes y después de cada jornada deben desinfectarse las superficies del aula según los protocolos emitidos por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas)», precisa el texto, el cual pide a los alumnos evitar compartir alimentos durante el recreo.
De acuerdo con la última actualización del semáforo Covid-19, Guatemala solo tiene un solo municipio en rojo de 340, en su mayoría en naranja (104), amarillo (232) y por primera vez tres clasificaron en verde, un indicador del paso a la nueva normalidad.
Este último mensaje fue el que transmitió en cadena nacional a inicios de mayo el ministro de Salud Francisco Coma, quien aseguró que la etapa peor de combate al coronavirus quedó atrás.
Sin embargo, aunque para la mayoría de actividades económicas y sociales, ya la flexibilización de los protocolos sanitarios era un hecho, todavía el sector educativo mantenía mayoritariamente el sistema híbrido por el temor de los padres al contagio de sus hijos, en particular, los menores de seis años, sin vacunas anticovid-19 disponibles.
En el caso del grupo entre 12 y 17 años, la inmunización arrancó a inicios de octubre del pasado año, pero se detuvo por la falta de biológicos apropiados (Pfizer y Moderna).
Hasta la fecha, 741 mil 859 completaron el esquema de dos dosis, tan solo el 34,97 por ciento de una población meta de más de 2,1 millones, según datos del Mspas.
Otras críticas apuntan a las malas condiciones de los centros públicos en el territorio nacional, muchos sin agua ni espacio suficiente para cumplir con el distanciamiento.
Con el sistema híbrido de clases, los directores mantenían jornadas presenciales dos o tres días a la semana y en horarios alternos, por lo que ahora retomar la dinámica de dos años atrás será todo un reto, además de enfrentar el rezago educativo, alertaron analistas.
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