Según el canal de televisión regional Vesti, el acusado es un recluta de los batallones ultranacionalistas Azov y Donbass, de la ciudad ucraniana de Mariúpol, que llegó a Rusia bajo la apariencia de refugiado.
En sus declaraciones habló de los atentados terroristas que se preparaban en escuelas de las regiones rusas de Tatarstán y Perm a principios de año. El implicado confesó que un hombre llamado Vlad, en contacto con los batallones neonazis, lo forzaba a realizar los ataques.
Dijo además que llevaba nueve años buscando voluntarios para esos grupos en las redes sociales y entre sus conocidos. Informó que llegó a reclutar a unos 800 jóvenes para el Batallón Azov a través de Internet.
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