De acuerdo con un comunicado de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), se pronostica una temporada de huracanes por encima del promedio este año, lo que la convertiría en la séptima consecutiva superior a la media para este tipo de fenómenos.
La entidad vaticinó un rango probable de 14 a 21 tormentas con nombres, de las cuales seis a 10 podrían convertirse en huracanes, incluidos de tres a seis importantes, o sea, de categoría 3, 4 o 5 en la escala de Saffir-Simpson.
El aumento de la actividad anticipada para esta temporada de huracanes se atribuye a varios factores climáticos, incluido La Niña, cuyos efectos están en curso y que probablemente persistirán, así como temperaturas de la superficie marina más cálidas en relación al promedio en el océano Atlántico y el mar Caribe.
Otras cuestiones que repercuten, según la fuente, son vientos alisios tropicales del Atlántico más débiles, y un aumento del monzón de África occidental causante de muchos de los huracanes más fuertes y de mayor duración durante la mayoría de las estaciones.
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