“Esto significa que se abrirán nuevas plantas de producción y puestos de trabajo. Gracias a Dios, nuestra tasa de desempleo no está aumentando. Tenemos que apreciarlo y analizar detenidamente lo que ocurre, mantener esta tendencia”, subrayó el mandatario en una reunión de la presidencia del Consejo de Estado.
Resaltó que el nivel de desempleo en el país descendió “ligeramente” hasta cuatro por ciento, algo que no estaba previsto, dijo, porque “suponíamos que podría registrarse un aumento”.
El jefe de Estado significó que las medidas adoptadas por las autoridades del país apoyan la demanda interna, lo cual consideró importante, sobre todo para los productos nacionales.
No obstante, advirtió que el año actual para Rusia “no es fácil”, con una inflación acumulada desde el comienzo de 2022 superó el 11 por ciento. Subrayó que no todas las dificultades que enfrenta el país están relacionadas con la operación militar en Ucrania.
Putin explicó que en diversas naciones de América del Norte o de Europa, donde no tienen lugar operaciones militares, la inflación es comparable y en ocasiones mucho mayor que en Rusia.
Enfatizó que el país tiene que hacerle frente a esa inflación y que su Gobierno tiene que responder por ella.
“Pero, francamente, me resulta incluso sorprendente que tengamos muchas veces menos que donde no ocurre nada de eso, teniendo en cuenta las condiciones especiales en las que vivimos”, apuntó.
El presidente ruso recordó que a principios de marzo Moscú fijó como objetivo de reducir la pobreza para finales de año. En tal sentido, puntualizó que el país tiene que hacer todo lo posible para que esa tarea se cumpla en las condiciones actuales.
“Está claro que no es fácil, pero debemos esforzarnos por conseguirlo”, expresó.
El jefe de Estado instó a resolver las tareas cotidianas de la nación en el ámbito social y a trabajar sobre las prioridades clave ya trazadas, entre las que citó el aumento del bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.
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