El club de la Premier League inglesa fue puesto a la venta después de que el gobierno británico incluyó a su propietario, Roman Abramovich, en la lista de empresarios rusos sancionados en repuesta a la operación militar que lanzó Rusia en Ucrania en febrero pasado.
Debido a las sanciones, Abramovich no podrá beneficiarse de la transacción aunque el magnate ya había adelantado que donaría el dinero para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania.
Dorries, quien también dirige las carteras de Cultura y Medios de Comunicación, dijo a través de Twitter que estaba satisfecha de que los beneficios de la venta no fueran a parar a manos de Abramovich ni de ninguna de las personas sancionadas.
El consorcio encabezado por Boehly, quien en su país es copropietario de Los Angeles Dodgers (beisbol) y accionista de Los Angeles Lakers (baloncesto), pagará en total cuatro mil 250 millones de libras esterlinas (cinco mil 200 millones de dólares) por hacerse con el control del equipo londinense.
Dos semanas atrás, la directiva del Chelsea informó que los nuevos dueños ofrecieron casi tres mil millones de dólares por las acciones del Chelsea, y se comprometieron a invertir otros dos mil millones de dólares) en mejorar el estadio de Stamford Bridge, la academia, el equipo femenino del club y la fundación.
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