«Como en su momento fueron ignoradas esas compatriotas en la insurgencia de octubre de 1820 en Guayaquil, también fueron anuladas de la historia de la Batalla de Pichincha», aseguró la prefecta de la provincia homónima, Paola Pabón, durante la sesión solemne.
Pabón mencionó a féminas destacadas en la gesta libertaria, cuyos nombres fueron omitidos y desconocidos.
Asimismo, compartió con los presentes la anécdota de tres ecuatorianas que se alistaron y combatieron por la independencia, identificadas con nombres masculinos para no ser rechazadas.
En ese contexto, señaló que no cesará en el propósito de trabajar por una provincia menos violenta con las mujeres y más equitativa.
“Creo profundamente en nuestro aporte al proceso de antes y después de la batalla de 1822 para volver a Pichincha el faro de este Ecuador, un país que pugna por un futuro mejor”, enfatizó.
Durante su intervención, la prefecta lamentó la inseguridad y violencia que se vive en Ecuador, con más de mil 500 muertes violentas en el primer cuatrimestre del año y exigió el fin de la violencia criminal, política, social y la impunidad.
«Estamos viviendo la peor tragedia de inseguridad y también un tipo de violencia que apela al odio, a la venganza, al linchamiento, que acarrea víctimas y daños irreparables», sentenció.
La funcionaria abogó además porque no exista ni un solo preso político más y expresó el deseo de poder contar con un país donde todos se puedan encontrar y dialogar sin miedos, ni angustias y en la forja de una esperanza común.
La sesión solemne concluyó con la inauguración oficial de un mural por el bicentenario, realizado por el artista Pavel Eguez, que quedó instalado en la sede de la prefectura.
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