Los militares rusos enviaron refuerzos a sus contingentes desplegados en la región nororiental de al-Jazira, incluido nuevo grupo de cazas y helicópteros, informó el corresponsal de la televisión siria Fadel Hamad.
Los aviones aterrizaron en al aeropuerto de la ciudad de Qamishli en el extremo nordeste del país y que acoge a un grupo de las fuerzas aeroespaciales rusas desde 2019.
A su vez, activistas citados por el diario al-Watan comunicaron que los uniformados rusos ampliaron uno de sus puntos de observación y lo convirtieron en una base integral.
El nuevo enclave fue establecido frente a otro de las fuerzas turcas cerca de la ciudad de Ain Isaa en el noroeste de la provincia de Hasakeh, que Ankara amenaza con invadir.
Asimismo, helicópteros rusos ofrecieron cobertura a una patrulla conjunta del ejército sirio y de las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria FDS en Derbasiya en un mensaje tranquilizador a los habitantes de esta localidad cuyas calles no presencian ningún movimiento por temor a una operación turca.
Varios medios de comunicación, en su mayoría de los países hostiles a Rusia y Siria, difundieron noticias sobre una retirada completa de las fuerzas rusas para reforzar el frente de combate en Ucrania y ante las amenazas turcas de ü una operación para ocupar una granja fronteriza de 30 kilómetros de profundidad con Siria.
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