La administración del presidente Joe Biden se inclina por enviar esos dispositivos estratégicos como parte de un paquete más grande de asistencia militar a Kiev, que podría anunciarse la próxima semana, informó la cadena CNN que cita fuentes anónimas.
De acuerdo con la televisora, altos funcionarios ucranianos, incluido el presidente Vladimir Zelensky, suplicaron en las últimas semanas a Washington y sus aliados de la OTAN que le proporcionaran cohetes de lanzamiento múltiple fabricados en Estados Unidos, así como artillería de alta movilidad.
La Casa Blanca evitó hasta ahora suministrar ese tipo de equipamiento debido a las preocupaciones planteadas dentro del Consejo de Seguridad Nacional de que Ucrania podría usarlo para realizar ataques ofensivos dentro de Rusia, dijeron las autoridades citadas por CNN.
El portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, manifestó hoy que aún no se había llegado a una decisión final sobre el tema.
La revista Newsweek se hizo eco este viernes de las declaraciones de la presentadora del canal estatal ruso Rossiya-1 Olga Skabeeva, quien señaló que si el Pentágono concreta el envío de esos misiles de largo alcance “cruzarán claramente una línea roja” y Moscú podría proporcionar una respuesta “muy dura”.
Aunque su palabra no es oficial, el Kremlin advirtió en reiteradas ocasiones que cualquier amenaza a su patria constituiría una escalada.
Cuando la crisis ucraniana supera los tres meses, la posibilidad de una salida negociada parece cada vez más lejana, alertaron observadores que señalan a Estados Unidos por su estrategia centrada en escalar el enfrentamiento bélico y las sanciones económicas contra Rusia.
El pasado sábado el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó un nuevo paquete de ayuda a Ucrania por 40 mil millones de dólares para mantener el constante suministro de armamento a la nación aliada.
Durante las primeras cinco semanas del conflicto, el apoyo militar a Ucrania promedió unos 30 millones de dólares al día y en abril esa cifra subió a más de 100 millones por jornada, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Observadores creen que la administración de Biden debería dejar de enfocarse en Europa e intentar resolver la crisis económica y la inflación que sacuden a su propio país y afectan su índice de popularidad pocos meses antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato.
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