De acuerdo con las autoridades, en esa localidad mantienen enfrentamientos varias bandas criminales, lo cual ha afectado la tranquilidad ciudadana.
A diario se dan reportes de asesinatos e igualmente los asaltos y robos continúan, sin importar la presencia policial y militar.
Reportes televisivos revelan que los locales comerciales cierran en la tarde para evitar atracos.
Entre las prácticas que se han vuelto frecuentes está la exigencia de dinero a los comerciantes, por parte de motorizados armados.
La incertidumbre y el temor son ahora una constante en la llamada provincia Verde, donde la población pide acciones contundentes del ejecutivo.
El estado de excepción fue declarado mediante decreto por el presidente de la república, Guillermo Lasso, por un período de 60 días desde el pasado 29 de abril.
Guayas, Esmeraldas y Manabí son las demarcaciones donde se implementa la medida que incluye toque de queda de las 23:00 a las 05:00 (hora local) en algunas zonas específicas.
El plan comprende el despliegue de nueve mil uniformados (cuatro mil agentes del orden y cinco mil militares).
Contrarrestar la violencia generada por el narcotráfico y las altas tasas de criminalidad, son las metas fundamentales.
El alza en la delincuencia y la inseguridad ha sido una constante en los últimos meses en gran parte de este territorio andino y constituye una de las principales fuentes de críticas al gobierno de Lasso.
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