Según el comunicado del Kremlin, el mandatario llamó la atención sobre los riesgos de una mayor desestabilización del conflicto entre Moscú y Kiev y de la agravación de la crisis humanitaria en ese país.
A su vez, confirmó la disposición de su país de continuar las conversaciones de paz con las autoridades ucranianas que, según dijo, se encuentran congeladas por culpa de su contraparte.
De igual forma, los dirigentes debatieron sobre los problemas que enfrenta la seguridad alimentaria a nivel global.
En tal sentido, el jefe de Estado subrayó que los problemas de abastecimiento de alimentos son consecuencia de las sanciones contra Moscú y por otros errores de política económica cometidos por Occidente.
“Rusia está dispuesta a contribuir a la búsqueda de opciones para la exportación de grano sin obstáculos, incluida la exportación de grano ucraniano desde los puertos del mar Negro”, aseguró.
Putin manifestó además que un aumento de los suministros de fertilizantes y productos agrícolas rusos también ayudará a aliviar las tensiones en el mercado mundial de alimentos, lo que requerirá el levantamiento de las sanciones pertinentes, puntualizó.
Por su parte, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, indicó que la conversación entre los mandatarios de Rusia, Francia y Alemania duró 90 minutos y se centró en los esfuerzos para resolver la situación en Ucrania.
Dijo que los representantes de París y Berlín insistieron en la necesidad de un alto el fuego inmediato y en la retirada de las tropas rusas y pidieron a Putin que entable negociaciones directas con el presidente ucraniano para una solución diplomática al conflicto.
En esta semana, el jefe del Kremlin sostuvo conversaciones sobre temas similares vinculados con la crisis alimentaria mundial y el conflicto en Ucrania con el primer ministro italiano, Mario Draghi, y con el canciller federal austriaco, Karl Nehammer.
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