“Si antes durante la preparación de tales provocaciones monstruosas, la población civil fue retirada del área de infección planificada, ahora para obtener la máxima resonancia no están evacuando a los civiles”, alertó el jefe de ese militar ruso, coronel general Mijaíl Mízintsev.
Señaló que Moscú ya advirtió del hecho al “Occidente civilizado”, así como a la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Comité Internacional de la Cruz Roja y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, reportó la agencia de noticias TASS.
Mízintsev manifestó que las autoridades ucranianas prevén en un futuro próximo difundir de forma amplia, a través de los medios de comunicación ucranianos y occidentales, así como en varios recursos y plataformas en Internet, las falsificaciones sobre las supuestas “atrocidades rusas”.
El alto jefe militar advirtió además que los neonazis ucranianos establecieron posiciones de fuego y depósitos de municiones en edificios de apartamentos en la ciudad de Kárlovka, en la región de Donetsk, a la vez que reprimen cualquier intento de los residentes de evacuarse.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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