La Comisión Nacional de la Salud detalló que en el caso de las gestantes y parturientas el índice fue de 16,1 fallecimientos por cada 100 mil personas, para un descenso de 38 por ciento.
Mientras, la tasa de mortalidad de bebés se redujo a cinco por cada mil nacidos vivos y en el caso de los niños menores de cinco años bajó a 7,1 por cada mil.
Aparte de destacar la mejoría de los servicios para esos grupos, las autoridades mencionaron el incremento de médicos obstetras-ginecólogos y pediatras, y de hospitales maternos e infantiles.
Igualmente, citaron como un logro que se mantenga por encima del 99 por ciento la cantidad de embarazadas que dan a luz en las instituciones sanitarias.
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