Las imágenes de lo ocurrido este fin de semana en el Stade de France son muy desconcertantes y preocupantes. Sabemos que muchos aficionados del Liverpool viajaron con tiempo suficiente a Paris, por lo que estamos muy decepcionados por la forma en que los trataron, declaró este lunes un vocero de la oficina del primer ministro Boris Johnson.
El inicio del partido final de la Champions League entre el equipo inglés y el español Real Madrid se retrasó más de media hora, debido a que cientos de personas se presentaron en el estadio sin boletos o con entradas falsas, mientras otras trataron de forzar su ingreso.
La policía parisina usó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, entre la que había varias mujeres y niños, según imágenes transmitidas por la televisión británica.
Las autoridades francesas, entre ellas el ministro del Interior, Gerald Darmanin, culparon a los seguidores del Liverpool y a un grupo de jóvenes franceses por los incidentes, pero la policía británica y la directiva del club inglés aseguraron que su comportamiento fue ejemplar.
Tanto el gobierno de Reino Unido como la administración del equipo de la ciudad de Los Beatles exigieron a la organización que dirige el fútbol europeo que realice una investigación completa de lo sucedido.
El esperado partido concluyó con la victoria 1-0 del Real Madrid, que alzó su decimocuarta copa de campeones de Europa.
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