El paquete lo conformó el Consejo de Estado (gabinete) en busca de un balance entre la lucha epidemiológica y el desarrollo socioeconómico debido a la creciente presión a la baja en el crecimiento.
Propone ampliar a más industrias la devolución del Impuesto al Valor Agregado, aplazar el pago de primas a pequeñas y medianas empresas de los sectores más afectados, otorgarles más préstamos y estabilizar las cadenas de suministro.
Plantea apoyar la pronta reapertura de las fábricas y su producción a plena capacidad, conceder nuevos créditos a la aviación civil, aumentar los vuelos nacionales e internacionales, y facilitar los viajes de los empleados de firmas extranjeras.
El Gobierno también apuesta por relajar las restricciones a la compra de vehículos e impulsar el gasto del consumidor, las inversiones y la construcción de infraestructura ferroviaria, centrales hidroeléctricas y de carbón.
Con las medidas China trabajará, igualmente, por garantizar la estabilidad del mercado laboral y el funcionamiento de la economía dentro de un rango apropiado.
Sus autoridades revelaron el paquete semanas después que una reunión del Partido Comunista analizó la situación y manifestó preocupación por los desafíos existentes para la sostenibilidad del crecimiento, el empleo y los precios.
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