En un artículo publicado en el diario The New York Times, el presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó la entrega de las armas, lo cual permitiría a los ucranianos «luchar en el campo de batalla y estar en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones».
Un alto funcionario de la administración dijo al medio neoyorquino que el nuevo envío será el sistema de armas más avanzado proporcionado a los ucranianos hasta la fecha y será entregado con el compromiso de no ser usado contra objetivos dentro del territorio ruso.
Estados Unidos mantiene un suministro constante de equipamiento militar a las fuerzas ucranianas con una amplia gama de artefactos y el último paquete incluirá misiles antitanque Javelin, proyectiles de artillería, helicópteros y vehículos tácticos.
El jefe de la Casa Blanca manifestó que su gobierno no busca una guerra entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, por mucho que no esté de acuerdo con el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Mientras Estados Unidos o nuestros aliados no sean atacados, no participaremos directamente en este conflicto, ya sea enviando tropas estadounidenses o con ataques a las fuerzas rusas, afirmó en The New York Times el ocupante del Despacho Oval.
La administración de Biden ya envió a Ucrania misiles antitanques y antiaéreos, vehículos aéreos no tripulados, helicópteros y otros equipos militares por valor de unos cinco mil millones de dólares.
De acuerdo con las autoridades, el gobierno de Vladimir Zelensky recibirá el Sistema Estadounidense de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS), un arma capaz de disparar cohetes guiados por satélite con el mismo poder explosivo de una bomba de 500 libras lanzada desde el aire.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguéi Riabkov criticó en una entrevista a la agencia Sputnik los planes del ejecutivo norteamericano de entregar más armas a Ucrania, incluidos lanzacohetes múltiples.
Washington, enfatizó Riakob, durante años no hizo nada para hallar una solución al conflicto interno ucraniano y tras el inicio de la operación para frenar los bombardeos contra Donbass, «perdió el resto del sentido común y de responsabilidad» y ahora busca por todos los medios la derrota estratégica de la nación euroasiática.
Cuando la crisis ucraniana supera los tres meses, la posibilidad de una salida negociada parece cada vez más lejana, alertaron observadores que señalan a Estados Unidos por su estrategia centrada en escalar el enfrentamiento bélico.
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