En él mismo, la prohibición de suministros de crudo se pospuso por seis meses, mientras para productos derivados del petróleo por ocho meses desde el momento de la introducción de las penalidades.
Las nuevas medidas entrarán en vigor después de que se publiquen en el Diario Oficial de la UE.
Estas incluyen la suspensión de transmisión en territorio europeo de canales rusos de televisión, la desconexión del sistema Swift de bancos de ese país y belarusos y la prohibición de servicios de consultoría, auditoría y relaciones públicas.
Las nuevas medidas también introducen la restricción de acceso a servicios en la nube, un embargo sobre los suministros de petróleo rusos y exenciones temporales de la prohibición de suministros de crudo y derivados en alta mar.
La ampliación de la lista de personas y empresas de Rusia y Belarús, que tienen prohibido suministrar bienes y tecnologías de doble uso, también figuran entre las sanciones de la UE.
En particular, la UE tiene la intención de prohibir la exportación de unos 80 componentes químicos a Rusia, con el pretexto de que pueden utilizarse para crear armas.
La discusión entre los países europeos sobre el sexto paquete de sanciones duró casi un mes: la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció esta lista de medidas restrictivas el 4 de mayo y destacó que se tomarían «en unos días».
Durante el debate, el embargo de petróleo propuesto originalmente por la Comisión Europea quedó seriamente modificado.
Se excluyeron las entregas de petróleo a través del oleoducto, se otorgaron una serie de beneficios para las marítimas a países individuales y se abandonó la prohibición del transporte de crudo desde Rusia por buques cisterna bajo banderas de los países de la UE.
El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una operación militar especial en respuesta al pedido de ayuda de los líderes de las repúblicas de Donbass.
Estados Unidos y sus aliados respondieron imponiendo sanciones masivas a Rusia y comenzaron a suministrar armas a Kiev.
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