Los dos nuevos espacios cubren un área de tres mil 456 hectáreas de bosque montano y otros ecosistemas en el Cerro Candelaria y Río Zúñag.
El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica precisó que ambas zonas fueron atendidas por la Fundación EcoMinga, con acciones coordinadas desde 2019 con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
La meta del trabajo es asegurar una armonía entre las comunidades que habitan en el corredor ecológico existente entre los Parques Nacionales Llanganates y Sangay, y su entorno.
“Esta declaratoria es un hito que refleja nuestro esfuerzo, y nace desde los resultados de la investigación científica, que ha permitido reconocer la importancia de las especies endémicas, raras y amenazadas en estas zonas y representan un verdadero patrimonio natural», afirmó Javier Robayo, director ejecutivo de la Fundación EcoMinga.
Por su parte, Tarsicio Granizo, director de WWF-Ecuador, resaltó: “los corredores de conservación son un mecanismo para garantizar la conectividad de los ecosistemas»
Ecuador cuenta con 70 áreas protegidas en el Sistema Nacional, en las cuales se desarrollan labores de conservación en el camino hacia la transición ecológica.
Esas declaratorias son clave para avanzar con los esfuerzos de preservación orientados a generar medios de vida más sostenibles que protejan y salvaguarden los ecosistemas del Corredor Llanganates-Sangay, la coexistencia gente-fauna y una articulación en red de distintos actores, lo cual muestra la posibilidad de la transición ecológica del país, concluyó el Ministerio.
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