Los incidentes ocurrieron el sábado en Michigan, Pensilvania, Texas y Arizona, reportó el diario The Hill citando el Archivo de Violencia Armada.
En Phoenix, Arizona, una niña de 14 años fue asesinada a tiros y otras ocho personas resultaron heridas después de que estalló un tiroteo en un centro comercial en la madrugada del sábado.
También tres personas murieron y once resultaron heridas en Filadelfia, Pensilvania, luego de que varios hombres armados abrieran fuego en South Street, justo antes de la medianoche del sábado.
Cinco personas también fueron lesionadas en un tiroteo en El Paso, Texas, el sábado, y otras cuatro resultaron heridas en Ecorse, Michigan, indica el Archivo de Violencia Armada.
Estos tiroteos se suman a una serie de trágicos incidentes durante el último mes, como el de la masacre en una escuela primaria en Uvalde, Texas, en el cual fallecieron 19 niños y dos adultos.
También el tiroteo en el corazón de una comunidad negra en Buffalo, Nueva York; y en un centro médico en Tulsa, Oklahoma.
Esas tragedias han puesto nuevamente en el centro de los debates la necesidad de una legislación más fuerte sobre el control de esos dispositivos de fuego.
La semana pasada, el presidente estadounidense, Joe Biden, pidió al Congreso aprobar legislaciones que amplíen las verificaciones de antecedentes para portar armas y también se prohíba el uso de rifles de asalto.
En tanto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció que esta semana sesionará una audiencia para abordar la prohibición de dispositivos de asalto.
Pero buena parte de los republicanos y los fervientes defensores de la Segunda Enmienda se oponen públicamente a cambios importantes en las legislaciones sobre el uso de armas, lo cual ha entorpecido otros intentos por aprobar leyes que aborden la violencia armada.
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