La cancha central Philippe-Chatrier del complejo parisino de la Porte d’Auteuil pudiera ser esta tarde escenario de otra hazaña del “Rafa”, quien según sus enigmáticas palabras estaría tal vez despidiéndose de la sede que convirtió en su feudo de la tierra batida, donde ganó las 13 finales que disputó, una fiesta que quiere estropear un jugador para quien fue ídolo de la infancia.
El mallorquín de 36 años, cumplidos aquí en plena edición 121 del Garros, y el escandinavo de 23, octava raqueta mundial, nunca se han enfrentado en el circuito profesional, pero sí se han visto las caras net por medio en la academia de la leyenda viviente del llamado deporte blanco, en la cual Ruud se formó.
Para llegar a esta final los tenistas recorrieron un camino diferente, el noruego no chocó con integrantes del top10 del tenis, tras la eliminación en octavos del ruso Daniil Medvedev, segundo del ranking de la ATP, y del griego Stéfanos Tsitsipas (cuarto), mientras Nadal superó uno tras otro a miembros de la élite, incluido el líder del escalafón y archirrival Novak Djokovic.
En total el español jugó más de 11 horas y media para eliminar en octavos al prometedor canadiense Félix Auger-Aliassime (noveno), en cuartos al monarca del Roland Garros 2021, Djokovic, y en la semifinal al alemán Alexander Zverev (tercero), quien abandonó el peleado duelo por lesión.
Nadal saldrá como amplio favorito de todos, pero sus problemas crónicos en el pie izquierdo, por el síndrome de Muller-Weiss, serán un factor a seguir, aunque ha demostrado en París que su voluntad es férrea y los dolores soportables.
Si vence a Ruud esta tarde en la Philippe-Chatrier, el ilustre veterano llevará a sus vitrinas la decimocuarta copa de Mosqueteros y la vigesimosegunda de Grand Slam, tomando ventaja de los otros monstruos de su generación, el serbio Djokovic y el suizo Roger Federer, ambos con 20.
De sorprender Ruud, sería su primera victoria en el Garros, donde antes no había pasado la tercera ronda, y su primer Grand Slam en el circuito.
Los dos tenistas tuvieron palabras de respeto entre sí en declaraciones previas a la final de un torneo que acogió a más de 120 singlistas.
La víspera, la polaca de 21 años Iga Swiatek, líder del ranking mundial de la WTA, cumplió con los pronósticos y logró su segundo título del Roland Garros sin apenas sudar.
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