El mandatario opinó así en una entrevista para el canal Rossiya 1, difundida este domingo, refiriéndose a la aprobación reciente por Washington del envío de lanzacohetes Himars (sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, por sus siglas en inglés) con sus proyectiles a ese país.
“Si llegan a suministrarlos, sacaremos las debidas conclusiones y usaremos nuestros medios de destrucción, que no nos faltan, para atacar las instalaciones que hemos evitado atacar hasta la fecha”, subrayó.
Sin embargo, puntualizó que la entrega de este tipo de armamento no debe cambiar nada en esencia, porque, según explicó, Kiev ya disponía de armas similares, incluso de misiles con el mismo alcance de 40 a 70 kilómetros.
“No hay nada nuevo aquí”, respondió el jefe de Estado acerca de las nuevas entregas de armas estadounidenses y advirtió que las Fuerzas Armadas de Ucrania cuentan con sistemas análogos de fabricación soviética y rusa como Grad, Smerch y Uragan.
Aclaró que el alcance de esas armas no depende de ellas, sino de los misiles que usen y subrayó que, según lo informado hasta el momento, los proyectiles que serán suministrados tendrán una autonomía similar a la de los lanzacohetes con que ya cuenta Kiev.
En opinión de Putin, los envíos de Estados Unidos y otros países pueden estar relacionado con la compensación de las bajas de equipos militares sufridas por el ejército ucraniano.
Durante la conversación, el jefe de Estado consideró inútil el suministro de drones extranjeros a Ucrania, porque los sistemas de defensa antiaérea rusos “los rompen como si fueran nueces”, dijo.
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