La resolución establece además archivar el expediente del caso conocido como Vélez Loor.
En marzo último, una comitiva de la CIDH, encabezada por su presidente, el juez Ricardo Pérez revisó las condiciones en estaciones de recepción migratoria en regiones como Bajo Chiquito, San Vicente y Lajas Blancas, en la selva de Darién, y reconoció avances en el trato humanitario a esas personas.
Pérez explicó entonces a la prensa que fiscalizaron los resultados del caso del ecuatoriano Juan Vélez Lorr, detenido y encarcelado en 2002, y quien un año después, deportado a su país de origen, denunciara torturas y malos tratos en los centros penitenciarios donde permaneció.
El proceso incluyó debates en el plenario de la CIDH para escuchar informes de los jueces acompañantes en la visita, junto a las máximas autoridades de los ministerios panameños de Seguridad y Salud, la secretaria de la Niñez y la Adolescencia, la Defensoría del Pueblo, Migración y el Servicio Nacional de Fronteras.
De acuerdo con el titular de la CIDH, la existencia o no de medidas de la Corte no exonera a Panamá ni a ningún otro Estado de cumplir con políticas migratorias que respeten los principios elementales de derechos humanos.
“Panamá logró superar las condiciones y la atención de las personas en condición de movilidad humana en las Estaciones de Recepción Migratoria, así como en la comunidad receptora de Bajo Chiquito y pondera la labor del país en medio de la Covid-19″, resalta el texto.
También la CIDH alabó el compromiso de las autoridades panameñas de continuar garantizando los derechos humanos de las personas en situación de movilidad humana.
En declaraciones a Prensa Latina sobre este tema, hace dos meses, la directora para América Central y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil por sus siglas en inglés) Claudia Paz, sugirió que las medidas debían mantenerse, pues aún persisten riesgos por la pandemia y denuncias de aislados hechos de agresión sexual a niñas migrantes.
Según cifras oficiales, en los primeros cuatro meses de este año, 19 mil personas ingresaron por la peligrosa selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos, cifra que supera a las ocho mil que lo hicieron en igual lapso de 2021.
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