La consagración de Kylian deja al jugador de 22 años de origen camerunés con el simbólico título de nueva perla del fútbol galo, y eso se traduce en que no seguirá con el Mónaco de la Ligue1 en la próxima temporada, pese a su valor de traspaso superior a los 70 millones de euros.
El centrocampista ya es internacional con les Bleus y abrió como titular el viernes frente a Dinamarca en el desafortunado arranque en la Liga de Naciones de la UEFA en el Stade de France, donde ocupó la plaza del lesionado Paul Pogba en la derrota 1-2 de los monarcas vigentes del torneo.
Aún no he tomado una decisión, dijo Tchouameni el domingo a Téléfoot, cuando no pocos medios lo visten ya de merengue para la campaña 2022-2023, un escenario bastante similar al que generó Mbappé en los últimos meses, antes de acordar en mayo su prolongación con el PSG hasta el 2025.
Sin embargo, tanto en España como en Francia no pocos ven inminente la materialización de las negociaciones entre el Mónaco y el Real Madrid, flamante monarca de la Liga de Campeones y club de los amores del joven todoterreno.
De acuerdo con RMC Sport, si bien la cúpula monegasca parece dispuesta a aceptar la oferta madridista, dirigida en persona por el mismísimo Florentino Pérez y cifrada en unos 80 millones de euros más otros 20 en bonos, el poderoso PSG de la mano del Qatar Sports Investments está dispuesto a pelear hasta el final.
Mientras, Tchouameni asegura sentirse al margen de los rumores y las incesantes publicaciones en torno al nuevo culebrón, sin ocultar su satisfacción por el interés que despierta su fútbol.
“Estoy en una posición en la que siempre quise encontrarme. A partir del momento en que soy seguido por los mejores clubes, quiere decir que hago las cosas bien”, esgrimió.
Por lo pronto el jovencito se concentra en brillar con Francia, que esta noche tratará en Split de enderezar su camino en la Liga de Naciones frente a Croacia, en la reedición de la final del mundial de Rusia-2018, conquistada por Les Bleus.
El Real Madrid no se lo toma tan a la ligera, sobre todo después de sus ataques al PSG por el exorbitante fichaje de Mbappé, en una reacción para muchos ilógica, porque ha sido por décadas la “Casa Blanca” la que a fuerza de dinero ha escamoteado jugadores estelares a otros equipos menos solventes en lo financiero.
También el Liverpool batalla por el halagado volante, quien juegue donde juegue está destinado a reinar en el mediocampo por unos cuantos años.
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