Cuando en una instancia, que es una cumbre multilateral, que tiene tradición, que se realiza cada cinco años, se decide excluir a un grupo de países por decisión del anfitrión, sin consultarle al resto, me parece que es un error, explicó el mandatario.
En declaraciones realizadas en Los Ángeles, sede del evento regional, y amplificadas por la prensa de Chile, Boris recalcó que «nosotros se lo vamos a decir de manera firme, soberana y con mucho orgullo latinoamericano» a los organizadores.
Cuba, Nicaragua y Venezuela fueron excluidos de la Cumbre de las Américas de manera absolutamente unilateral, por designios del gobierno estadounidense, que encabeza Joe Biden.
Esa política de aislamiento, violatoria de derechos fundamentales de los países, provocó un efecto dominó, pues varios jefes de Estado del continente declinaron participar en solidaridad con sus pares Miguel Díaz Canel, de Cuba, Daniel Ortega, de Nicaragua, y Nicolás Maduro, de Venezuela. Boric aprovechó la ocasión para asegurar que Chile es «un país con una tradición democrática importante, y nuestra izquierda, nuestro Gobierno y sobre todo nuestro Estado, es profundamente respetuoso por los Derechos Humanos».
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