La proposición del Partido Verde planteaba que los extranjeros que vivieran en el país durante al menos cinco años tuvieran derecho a participar en las votaciones y elecciones y a ser elegidos para un cargo a ese nivel, según recogió el portal Swissinfo.
Además, una clara mayoría del supremo órgano legislativo objetó el proyecto del parlamentario socialdemócrata Mustafa Atici para conceder plenos derechos políticos a nivel local.
Los defensores de ambas iniciativas argumentaron que se trataba de un paso para que la sociedad suiza fuera más democrática y más inclusiva, pues más del 20 por ciento de la población residente está ajena al sistema de democracia del país.
Sin embargo, los opositores alegan que los residentes extranjeros deberán solicitar primero la ciudadanía suiza para que les sea concedido el derecho de voto, y que los cantones y municipios deberían seguir siendo libres de decidir por sí.
La decisión es un nuevo intento de la izquierda política de redactar un proyecto de ley, que debe ser aprobado primero por dos instancias: el Consejo de los Estados (Cámara Alta) y el Consejo Nacional (Cámara Baja).
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